El juego del Ego, es el juego del orgullo. El que lo pierde, a veces es más afortunado que el que lo gana. Porque el que lo pierde simplemente pierde. Más rápido puede enfrentar su fracaso y replantear el orden correcto de sus pasos. Pero el que lo gana, gana también en confusión, gana también en auto engaño, gana también en soledad. ¿Es que realmente se gana cuando lo único que se logra es contaminar el propio corazón? El que gana el juego del ego, gana el juego del odio, y los que odian siempr
